martes, 27 de noviembre de 2018

Raúl Padilla López (RPL), ¿paladín de las libertades y los derechos?


J. Ignacio Mancilla*



Raúl Padilla López (RPL), ¿paladín de las libertades y los derechos; también de la institucionalidad y la democracia?



“[…] la canallocracia es un principio del desorden,
ciertamente, la amenaza contra un orden público,
pero representa también, en tanto que cracia, algo
más que a unos cuantos canallas individuales
o individualistas […]”.


Jacques Derrida, Canallas. Dos ensayos contra la razón.


El sábado 24 de noviembre comenzó la XXXII Feria Internacional del Libro de Guadalajara y Raúl Padilla López (el verdadero poder detrás de las autoridades formales de la Universidad de Guadalajara), de manera un tanto cínica se quiso mostrar ante la opinión pública como el abanderado de las libertades y los derechos. Esa es, hoy, la máscara con la que pretende esconder su figura real, la de un autócrata que no permite la menor diferencia en contra de sus intereses y de su hegemonía en el mal llamado Grupo Universidad.

En lo que sigue retomaré textualmente, lo que el presidente de la FIL y expresidente de la terrible y temible Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) dijo, utilizando como resonancia el importante foro de la FIL, esto según la  nota del periódico Mural, firmada por Rebeca Pérez Vega (24/11/2018, publicada a las 12:09 horas) y que el diario encabezó así: “Lanza Padilla señalamientos a Gobierno de AMLO”.

En esa enorme caja de divulgaciones; perteneciente a la Universidad “imaginaria”, que contrasta enormemente con la Universidad “profunda”, para jugar un poco con lo dicho sobre el país por el antropólogo Guillermo Bonfil Batalla (1935-1991), RPL se posicionó como el campeón de la institucionalidad, los derechos y la democracia. Bien, según la nota ya referida, Raúl Padilla López (RPL) dijo, no sin reconocer que lo sucedido en las pasadas elecciones del 1 de julio fue la expresión de una “clara voluntad de cambio y hartazgo” que los problemas del país “deben abordarse sin vulnerar el régimen de libertades y derechos que hemos construido [oilo, la R] durante las últimas décadas, conservando elementales equilibrios y contrapesos indispensables en toda democracia”.

Y también dijo que:

"Desde este foro plural quiero advertir sobre los peligros que supone volver a levantar la pirámide política que tantos años y tanto esfuerzo tomó echar abajo, particularmente expresamos nuestra inquietud respecto a las leyes recientemente aprobadas por el Congreso de la Unión que claramente, en mi opinión, atentan contra la armonía del pacto federal por la vía de superponer estructuras con atribuciones que vulneran la soberanía y autonomía de los Estados".

Quien no conozca la historia de la Universidad de Guadalajara y de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) y, en esa misma línea, tampoco conozca la historia de Raúl Padilla López, podría pensar que se trata de un defensor de las libertades y de los derechos y también de un héroe de las formas institucionales y la democracia, como ya lo dije, pero…

Los que sí lo conocen saben que lejos de ello, RPL representa, al mismo tiempo que un cierto “despotismo” ilustrado, un férreo control sobre todo del presupuesto de la Universidad de Guadalajara y que todo lo que se hace en la misma tiene que contar con su anuencia, así de “democrático” es.

La última aventura política en la que se encaramó RPL fue su apuesta por Ricardo Anaya, el candidato del Partido de Acción Nacional (PAN), esto en una Universidad que se ha presumido como de izquierda y que se engalana con el hecho de que Salvador Allende haya hablado en el auditorio que hoy lleva el nombre del ilustre presidente de Chile, derrotado, como todo mundo sabe, por un sanguinario dictador (Augusto Pinochet).

Raúl Padilla y Ricardo Anaya en las pasadas elecciones, 2018 (Foto: Notimex).

La nota señala, además, que la intervención de RPL duró 12 minutos y que fue interrumpido por aplausos durante cinco ocasiones; lamentablemente no dice quiénes fueron los entusiastas aplaudidores de tan singular personaje que, curiosamente, por lo menos en la Universidad “profunda” no tiene mucha legitimidad. Lo que por supuesto contrasta con la gran aceptación que tiene en su círculo cercano, al que Emilio González Márquez (cierto que también con nula aceptación) se refirió como el de la “burguesía dorada”.

¿Cuál es el juego real de RPL en esto que parece ser su nueva “aventura” y en la que lo único que falta es que aparezca como un “héroe enmascarado” para hacer su llamado, como de hecho lo hizo en el foro de la FIL, por las libertades, los derechos, las instituciones, la democracia y la justicia?   

Para finalizar solamente diré que la distancia que media entre la Universidad “imaginaria” (la de la Feria Internacional del Libro, el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, la Librería Carlos Fuentes y demás excelsitudes culturales como el próximo CUCSH Belenes) y la Universidad “profunda” (la de las y los maestros de asignatura, la de los salones sin medios digitales, baños sin papel ni jabón, pintarrones y mobiliario en mal estado y sobre todo la de miles y miles de rechazados, la Universidad de los acosos sexuales, etcétera) es tan grande como la “imaginería padillesca” de sentirse, ahora, el paladín de las libertades, los derechos y, el colmo, de sentirse el líder de la institucionalidad y la democracia; cuando lo que realmente ha sido es una autócrata, ilustrado, quizá sí, pero autócrata al fin; con graves desplantes de dictador chaplinesco; acompañado de una cohorte de rectores sumisos, hasta la abyección, incapaces de ponerle límites a sus “pato aventuras” (la penúltima su adhesión a Ricardo Anaya y la última su erigirse en adalid de la democracia frente al gobierno entrante de AMLO), que tanto le cuestan a la Universidad (como institución) y a las y los universitarios.  

RPL/RA (Foto: Notimex).


*J. Ignacio Mancilla.

[Ateo, lector apasionado, 
militante de izquierda (casi solitario).
Lacaniano por convicción
y miembro activo de Intempestivas,
Revista de Filosofía y Cultura.]
        






    




martes, 20 de noviembre de 2018

La poesía como juego



Ya anteriormente, en este mismo espacio, había compartido un ejercicio literario-poético, hecho en el marco de mi paso por Estudios Literarios. Esta vez quiero dejarles estos dos ejercicios de escritura poética, donde intenté deconstruir mi propio lenguaje y acercamiento a los versos, jugando con esto y con los sonidos que me evocaban mis palabras, al estilo de algunos poetas vanguardistas revisados en el módulo de Poesía.


Inés M. Michel*



La “O”

(Quizá) de forma poco inteligente 
me escogí contigo
te presté importancia
te otorgué presencia

Ni siquiera hoy-después
de (ya) no verte
te dejas dejarme
me dejas dejarte

Juntos somos caminos lúcidos
somos juntos imposibles luces

La inalterable papilla
se remueve, no sucede
grumos, baba, nosotros
viajes, Sad song, la CR-V

Aferrada
          la garganta
                  la pregunta
                          el silencio
                                     la “o”



Imagen tomada de: El blog de la Molmitos.

(Lo que) decir

Cómo decir, preguntó B.
preguntaste tú, pensé yo

Gota
decir la gota
¿forma de gota?
-          Lágrima
-          Todas las lágrimas son gotas

Me agota/agobia/atora/añora
me algo con “a”
me hago con “a”

Antes de ti, de N.E., de nada aquí
de ser así
de hablar ahí
de tu reír
de poner ri

Riestra/rima/ríos/risa

Así (R)

Asir

Así asir (lo que) decir.




Inés M. Michel.
@inesmmichel
I: inmichel

Ciudad de México, noviembre, 2018.

 *[Atea, vegana, feminista,
lectora irredenta,
a la espera del apocalipsis zombi
que dará sentido a mi existencia.]









martes, 13 de noviembre de 2018

La Universidad de Guadalajara: pasado, presente y futuro


El pasado miércoles 7 de noviembre participé en un evento (¿Qué universidad tenemos, qué universidad queremos?); organizado por la Academia de Antropología Social y Etnología, de la Licenciatura en Antropología del Departamento de Historia del CUCSH. Fui invitado por Héctor Hernández. Fue un muy buen evento en el que también estuvieron Patricia Ortega Medellín (CUCS), Isaac Ricardo Gutiérrez Rubio y Jaime Torres Guillén (CUCSH). El texto que sigue fue mi participación; solamente agregué algunos datos e hice pequeñas correcciones. Ojalá hubiera más foros como ese en la Universidad de Guadalajara, hacen mucha falta.  

J. Ignacio Mancilla*


“[…] fe en la universidad y, dentro de ella,
fe en las Humanidades del mañana”.

Jacques Derrida. Universidad sin condición.


Hoy, miércoles 7 de noviembre de 2018, cuando han pasado exactamente 152 días naturales del triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), con más de 30 millones de votos, y cuando faltan solamente 23 días para que asuma formalmente el poder como presidente de México, vengo con gusto a presentarles mis reflexiones sobre la situación pasada, la actual y también la futura de la Universidad de Guadalajara; mi Universidad, nuestra Universidad. No la de ellos, la del mal (auto)llamado Grupo Universidad.

La primera cuestión que habrá que plantearse es la siguiente:

¿Por qué la Universidad de Guadalajara no aparece rankeada en un nivel de importancia (internacionalmente), como le correspondería por su tamaño y muy considerables recursos públicos? (Más de 10 mil millones de pesos; mayor que el del Municipio de Guadalajara, que en números redondos anda en alrededor de 8 mil millones de pesos).



Portada de Universidad sin condición (Jacques Derrida).


¿Será porque un grupo de porros institucionalizados se apoderó de ella desde hace buen rato y promueve la mediocridad a partir de la “lealtad” política de facción y hasta facciosa?, (banda de “facinerosos” les llamó el general Federico Amaya Rodríguez en su tiempo, en un parte militar de la XV Zona dirigido a las autoridades civiles federales). Es una historia que poco se conoce, a la espera de un buen historiador o un excelente novelista.

¿Existe el acoso político, ideológico y laboral, tan nefasto como el acoso sexual, en nuestra Institución? ¿Y es, como tal, un impedimento para el crecimiento real de nuestra Universidad académicamente, al igual que en el orden del pensamiento crítico; incluso del pensamiento científico? Por lo menos a mi hija le hicieron la vida imposible, hasta lograr que desistiera de seguir estudiando en la Universidad, metiéndose incluso en su vida de pareja. A ese grado de bajeza y de poca institucionalidad llegan, dañando así lo que quieren proteger, supuestamente, la Universidad; los herederos de esa banda de “facinerosos”.

¿Por qué, más allá de los esfuerzos loables de sus maestras y maestros, investigadoras e investigadores y de sus estudiantes, mujeres y hombres, la Universidad, nuestra Universidad, insisto, no ocupa un lugar central en el terreno del pensamiento científico, filosófico; y también en el terreno de las humanidades y en el del arte y la tecnología?

Son cinco interrogantes muy serias que nos deberían hacer reflexionar sobre el pasado, el presente y el futuro, inmediato y mediato de nuestra Universidad y sobre si ésta, al igual que las otras universidades de nuestro país y las diversas instituciones de enseñanza, estarán o no a la altura y exigencias de un proceso de cambio institucional y pacífico, como fue el mandato de los más de 30 millones de votos que le dieron el triunfo a AMLO el pasado 1 de julio.

A esta alturas, todos sabemos que se ha hablado, no sé si prematuramente, de una cuarta transformación nacional. Después de la lucha por la Independencia (1810-1821), el movimiento de Reforma (1858-1861) y la Revolución (1910-1919, que fue, no se nos olvide, la primera revolución social del siglo XX). Dicho acontecimiento será o no será, dependerá mucho de qué tanto nos involucremos las mexicanas y los mexicanos en su consecución; ello a partir del 1 de diciembre próximo. En los hechos y no meramente de palabra. La batalla por el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) es, apenas, el inicio por esa cuarta transformación. Y las turbulencias ya asoman como signos de los posibles tiempos tempestuosos que nos vienen. 

Pero regreso a la cuestión de mi Universidad, de mi alma mater. Como el candidato independiente que fui, presenté en su momento, un sucinto diagnóstico de lo que tendría que ser la Universidad de Guadalajara del siglo XXI, siguiendo un texto de Jacques Derrida (1930-2004), el filósofo de la deconstrucción. Y llamé la atención sobre la explotación económica de las y los maestros de asignatura en el seno de la propia Universidad. ¡Cosa increíble!

Dicho documento sigue teniendo su pertinencia. No lo voy a repetir, por supuesto, pero sí voy a retomar su espíritu crítico en la medida en que nuestras autoridades, en las que campea todavía, a estas alturas, una especie de “cosa nostra”, son incapaces de responder por más que se les interpele, de manera directa, o se les haga cualquier señalamiento crítico; incluso allí donde las razones de tales observaciones son más que evidentes e incuestionables.


Hoja suelta con la leyenda:
Se ruega insertar, hace de "parergón" en el libro mencionado.

Se ruega fotografiar, I y II.

Y no es que uno los llame a responder por cuestiones privadas, sino  por asuntos públicos de nuestra Universidad que les corresponde, en tanto ellos han sido los responsables de que las cosas acontezcan del modo como acontecen en nuestra institución. Ello en la medida en que son sus instrumentadores y beneficiarios que quieren, como en el popular juego de la pirinola, ganar todo y no que todos ganemos. Puras ganancias y nada de pérdidas, así lo pretenden. ¡Mira, tú!; Dijera El Piporro: ¡pretenden!

Y lo hacen, porque siguiendo la lógica de la impunidad, no están donde están por una elección democrática sino porque así lo quiso el gran elector. ¿El innombrable?  ¿Carlos Salinas de Gortari (el reaparecido con Maquiavelo al fondo)? ¿Hay otro innombrable? ¿Es a él al único que le deben su puesto y su lugar? ¿Al único que le rinden cuentas? Todas y todos los demás les significamos nada, lamentablemente. Como les representa nada esta Mesa, este debate; excepto para las y los que quieren verdaderamente a su universidad, nuestra universidad. Pero tienen miedo de manifestarse. ¡Qué cosas!

¿Por qué, entonces, tendrían que responder(nos)?

De ahí su profundo desprecio por las y los maestros de a pie y por las y los estudiantes ordinarios, pues todas y todos nosotros no podemos hacer nada porque se muevan de su “confort” burocrático, político e ideológico. Ese que corresponde al de la “burguesía dorada”, según lo dijo, atinadamente, alguien con poca legitimidad no solo dentro de la comunidad universitaria sino dentro de toda la sociedad jalisciense y también reaparecido recientemente.

Los votos le hicieron pagar, como lo sabemos, semejante desprecio. Ya es historia pasada. Pero…

¿Cuándo seremos capaces, todas y todos, de pasarles  la factura a esa “burguesía dorada” por todos los desatinos con los que han sumido en la postración académica a nuestra Universidad?

¿Seremos capaces algún día?

Sé que en esta presentación demasiado apretada dejo muchas cosas fuera de esta larga y compleja historia de nuestra Universidad, que bien merece una gran novela histórica, pero en serio, no como la que ha hecho recientemente uno de sus funcionarios; o por lo menos que perteneció, pertenece, al círculo exclusivo del poder.

Bien, a pesar de todo lo que hace falta en esta sinuosa historia, no quería dejar de formular esta última cuestión que considero clave si verdaderamente queremos un cambio claro y distinto (disculpen el lenguaje cartesiano a destiempo) en nuestra Universidad.

Espero que en el diálogo que se abra, podamos disponer, todas y todos, de un poco de tiempo para desplegar algunas cosas más de lo que es necesario implementar para que nuestra Universidad advenga al lugar que le corresponde; esto dentro de una lógica de pensamiento crítico y no faccioso como el que ha imperado hasta ahora, lamentablemente. Ya no con amenazas directas, pero sí con acosos que repercuten en la posibilidad o no de seguir teniendo trabajo o de ser incluido en los intercambios académicos, en las becas y en los puestos administrativos tan bien pagados.
   
Esto debido a una ya vieja institucionalización de las fuerzas porriles que mucho daño le han hecho a nuestra Universidad.


El próximo abril se cumplirán 21 años de que Derrida dio esta conferencia en la Universidad de Stanford (California).
Hay en ella muchas cosas de suma actualidad.


Hasta el momento, cosa que es de lamentarse y que habría que remontar.

¿Estaremos dispuestos a ello? ¿Todas y todos?

¿Tendremos realmente un contexto favorable a partir del 1 de diciembre próximo?

Esta es la verdadera cuestión de una transformación real y democrática de la Universidad de Guadalajara.

Esta debe ser la tarea de todas y todos.

Esto es lo que pienso y es por ello que acepté la invitación de Héctor Hernández, para venir a exponer ese mi pensamiento ante ustedes, a pesar de que ya no pertenezco al Colectivo de Reflexión Universitaria (CRU); la única voz disidente en la Universidad, donde el miedo campea y hace presa de todas y todos.

De ninguna manera será fácil, cuando tenemos todo en contra.

Pero…

La historia tiene sus modos y caminos que son, como los del señor y como sostuvieran The Beatles, largos y sinuosos.
Muchas gracias de nuevo a Héctor Hernández por la invitación.



Guadalajara Jalisco, a 7 de noviembre de 2018 [Fecha original]. Auditorio Carlos Ramírez Ladewig, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y de Humanidades (CUCSH), de la Universidad de Guadalajara.    



*J. Ignacio Mancilla.

[Ateo, lector apasionado, 
militante de izquierda (casi solitario).
Lacaniano por convicción
y miembro activo de Intempestivas,
Revista de Filosofía y Cultura.]
        






    
 

martes, 6 de noviembre de 2018

Apuntes sobre un tiempo sin tiempo


Para Vod [2010 - 2018], una serie de ocho notas, 
una por cada año de compañía (4/8)


En el sueño del sueño te encontré, matrioshka de sueños, laberinto de anhelos. Ahí, en el fondo de una capa que exploro intermitentemente, estás viva. Estás conmigo mañana tras mañana en un tiempo sin tiempo. Eres etérea, apenas alcanzo a rozarte tras muchos intentos. Lo bueno es que tus ladridos inconfundibles me confirman que eres tú y no otra. Estando dormida o despierta te reconozco al primer sonido. En el sueño del sueño me alerto, ¿qué importa cómo hemos llegado ahí? Si estamos juntas, ¿qué importa dónde? Nos miramos mucho rato a los ojos, estamos solas, están tus ojos en mis ojos-mis ojos en tus ojos, mis-sueños-en-tu-sueño... en el sueño del sueño...

¿Fue un error el Metronidazol? La muerte me interrogaba donde antes estuvieron tus ojos. Vacío, solo frío, asombro, tristeza. Me congelé en ese milisegundo donde distinguí las pupilas que alguna vez guardaron tu presencia. ¿Qué es la vida? ¿Apenas una chispa flotando entre dos nadas? ¿Apenas una décima entre un infinito que se sostiene y se sostiene y se sostiene y me sostiene y te sostuvo? Y… te sostuve abrazada, inerte…, ¿en dónde más cuerdas para sostenernos juntas?

*

No hubo redención el 16 de octubre, desperté aún culpable. Por nosotras escribo, por la memoria, por las otras pérdidas, por el significado de cada latido, por las veces que me equivoqué, ¿tú sabes cuántas fueron? Hago esfuerzos para recordar, recordarme, recordarnos. ¿Fuiste feliz en Toluca, tu primer salida? ¿Fuiste feliz en Querétaro, tu última? 11.39 hrs., no hay redención ni sosiego. La oficina sigue siendo lo que es; en la CR- V sigue el último reducto nuestro, mi refugio, la última vez que te vi atenta en la parte de atrás. Todo sigue ahí, a todo le presto atención, cada detalle tuyo y nuestro, pero la redención no aparece. Renuncio a buscarla, resisto un día más, un día más sin ti. ¿Cuántos van ya? Resisto… persisto en recordar, insisto en encontrarte, quizá en un sueño, quizá en un viaje, una vez ahí preguntarte por nosotras, una vez ahí mirarte, hablarte, reírme, volver a nuestro lenguaje, y tal vez con apenas un hilo de voz rogar por tu perdón, el cual yo sé que ya me has otorgado, tú no sabrías cómo no hacerlo…

**

En una subida del silencio volvió un poco la claridad, no sé si porque la llamé, apenas un poco para pensar en ti sin inundarme, y agradecerte. Otra poca para pensar en irme de aquí a una nueva búsqueda, igual de incierta que otras, necesaria, si de reencontrarme se trata, ahora que ya no estás, que no habrá otro hotel boutique para hospedarnos, que el pet friendly en los letreros duele. Te prometí un departamento para estar juntas, guardé tu platito y tu suéter rosa, te siguen esperando esos objetos. Si ver a otros perros me alegraba, punto de reflexión para imaginarme los paseos que daríamos, y para preguntarme cuáles parques y árboles te gustarían más, cuántos lugares por explorar, ahora solo (les) pregunto, ignorando si lo saben, si creen que fuiste feliz. La interrogante regresa de pronto, acostada sin poder dormir. Víctor cree que sí, que eras amada y consentida. Me faltó tiempo para preguntarte más cosas y compartir más viajes en la camioneta que ya sé que no te gustaba tanto, aún así subías olfateando y en pocos minutos te acomodabas entre los asientos. Me pregunto si podré venderla algún día, ahí siguen tu almohada y rastros de tus pelitos. Tu correa está en la cajita azul de la cajuela, es la otra, la que casi no usabas y cargaba de emergencia, ¿la recuerdas? Entre todo ello, tu presencia suspendida, flotando en la tapicería negra que pensaba mandar lavar y que ahora observo manejando, cuando el rabillo del ojo me engaña y cree verte acomodada justo ahí, en ese rincón tuyo, mirando expectante, lista para bajar al llegar. Nunca te gustó mucho viajar en autos, te acostumbraste de mala gana, me dije constantemente que era asunto de práctica, faltaban muchos trayectos que haríamos a pueblos y ciudades, tu recompensa al afrontar los traslados sería conocer otras calles para olisquear y muchos caminos para correr. Habría parques, fuentes, camas mullidas de hotel para destender y cientos de personas a las que ladrar…



Imagen tomada de: enalquiler.com
***

Decidí que voy a encontrarte en uno y muchos bucles, pero no en cualquiera, tienen que ser refugios donde siempre sea enero y sea siempre Querétaro, también donde seamos siempre tú y yo, debe haber sol, uno como el de las mañanas en las que gustabas de tomarlo pancita arriba…

****

También en la pequeña hormiga que vi caminando ayer sobre mi mano te encontré, sentí el impulso de soplar, me contuve; pensé que en ella también estás tú, y en cada partícula en expansión… polvo de estrellas, energía de eones transfigurada en otros cuerpos y otras vidas. Sentí cosquillas, estiré el brazo hacia donde antes estuviste sentada mientras esperaba que la hormiguita encontrara su camino. La observé unos segundos en el pañuelo que eligió para continuar su exploración. Me consoló saber que estás en cada molécula de cada objeto y ser vivo, fundida con el universo. Contemplo taciturna a este, mi momento en el tiempo, ensimismada te encuentro, brillas en los reflejos que me rodean. Cierro los ojos y me empapo de eso, ya sin dolor, cantos de pájaros, rayos se filtran a través del cristal, es tiempo de volver a la vida, ahí estarás también, aún si hoy te dejo ir para hacer una pausa en estos apuntes, para enjugarme, jugar otra vez, aunque ya no juegues conmigo, jugar a vivir, a soñar. Espérame con tu paciencia canina mientras voy (o regreso) a donde estás.




Inés M. Michel.
@inesmmichel
I: inmichel

Ciudad de México, noviembre, 2018.

 *[Atea, vegana, feminista,
lectora irredenta,
a la espera del apocalipsis zombi
que dará sentido a mi existencia.]