¿Por qué no
se ha convertido en la narrativa que tanto necesitamos como pueblo y como país?
Quisiera empezar esta pequeña
reflexión sobre la tan manida Cuarta Transformación (4 T) con dos cosas que me
preocupan; el lunes 17 en la verdulería (es literal) escuché lo siguiente: ‘ya
estamos como Venezuela’, dijo uno. Y otro acotó, ‘no, estamos peor, estamos
como en la Unión Soviética’. ‘Ya nomás nos falta que pongan una bomba en el
barrio’, dijo el primero. Conversación inquietante de por sí, más en el actual
contexto (nacional y mundial).
La otra es lo que una querida
amiga me dijo recientemente; que esperaba que la Cuarta Transformación (4 T) no
terminara en una transformación de cuarta.
Con estas dos cuestiones como
entrada, hago también una promesa. Me ocuparé lo más detenidamente, aunque de
forma sintética, sobre el régimen de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) una vez
que rinda su primer informe de gobierno el próximo 1 de septiembre. Eso como mi
primer balance, aunque ya me he expresado al respecto, no lo he hecho en la
perspectiva general de lo que ha hecho y de lo que no y todas las valoraciones,
que van desde el rechazo absoluto hasta la aceptación acrítica. Los detractores
y los amlovers, les he llamado.
Foto: Cuartoscuro. |
Mientras tanto, a partir de la
filosofía de Alain Badiou (filósofo franco-marroquí, nacido en Rabat en 1937),
en particular desde su teoría del acontecimiento, intentaré responder y
responderme sobre por qué la Cuarta Transformación (4 T) no se ha convertido en
la narrativa que tanto necesitamos como país y como pueblo.
Lo primero que diré es que un
acontecimiento no es tal por el hecho de enunciarlo; su lógica es mucho más
compleja, como de manera tan clara, desde la filosofía y desde la matemática,
lo ha establecido el filósofo del que
aquí despliego apenas unos esbozos de su teoría, llegando él a formular,
incluso, un matema del acontecimiento.
Lo segundo es que un
acontecimiento es del orden de lo incalculable, siempre de la sorpresa y que
como tal está encadenado a un complejo anudamiento que implica algo de la
dimensión de la verdad y, también, un soporte corporal/material denominado
comúnmente sujeto; es decir, que estamos ante una lógica tríadica, misma que
Badiou ha desplegado de manera por demás excelsa en sus textos.
Alan Badiou. Foto: globalcenterforadvancedstudies.org |
Lo tercero es que en boca del
gobierno actual y de sus defensores a ultranza la Cuarta Transformación se ha reducido,
lamentablemente, a una especie de retórica fácil; como si bastara decir cuarta
transformación para que, como por arte de magia, acontezca el acontecimiento;
desvinculándolo, de manera absurda, de su dimensión de verdad y, sobre todo, de
sus soportes materiales y corporales; es decir, de los sujetos que tendrían que
asumir, en tanto sujetos fieles, precisamente, las consecuencias de la verdad
como efectos del acontecimiento y soportarlas en toda su materialidad y
corporalidad, punto por punto en tanto sujetos (diría Badiou).
Es necesario decir que para
Alain Badiou hay cuatro tipos de
acontecimiento y, en esa medida, son cuatro formas diferentes de verdad y
cuatro diversos sujetos en los que se soportaría, si éstos son fieles, el
acontecimiento y su verdad correspondiente: a) acontecimiento político; b)
acontecimiento científico; c) acontecimiento artístico y d) acontecimiento
amoroso. Si somos consecuentes con la lógica badioudiana, muy rigurosa por
demás, habría, por tanto, cuatro formas de verdad: la política, la científica,
la artística y la amorosa y sus sujetos correspondientes, si hay fidelidad al
acontecimiento (también hay sujetos reactivos y sujetos oscuros) y a la verdad
por parte de los sujetos en cuestión.
Cierto que hay cosas que han
cambiado en México, pero también lo es que hay una gran gama de resistencias,
lamentablemente (y hasta guerra sucia, diría un servidor), como para poder
creer, de buenas a primeras, que con la sola enunciación de la Cuarta
Transformación (4 T) ya estamos colocados en algo del orden del acontecimiento.
Foto: Notimex. |
Mucho habrá que hacer todavía
en México, como gobierno y como sociedad, si es que queremos que la susodicha
Cuarta Transformación (4 T) no se quede en una mera enunciación o, lo que es
peor, que derive en una pobre transformación de cuarta. En caso de que sea así,
todas y todos perderíamos y el costo sería muy oneroso, social y políticamente
hablando. No se diga económicamente y hasta subjetivamente.
Y el retroceso sería calamitoso,
pues. Peor que los efectos de la gran
decepción foxista, como el primer intento, reciente, de cambiar el
régimen priísta.
¿Qué acontecerá, finalmente,
en lo que resta del sexenio de AMLO? ¿Se llevará a la práctica la famosa Cuarta
Transformación (4 T)?
Por el bien de todas y de
todos y también por el bien de los pobres, más vale que así sea.
Pero no podemos reducirnos, creo,
en esta delicada cuestión, a meros espectadores.
Ese es el gran reto que
tenemos por delante de nosotras y nosotros todos, como país y pueblo.
Post
Scriptum
Ayer se hicieron dos anuncios
que pueden implicar sendos acontecimientos. FB emitirá su propia moneda, la
libra; y Andrés Manuel López Obrador video conferenció con Mark Zuckerberg;
transcribo (tomado de Proceso) del Twitter oficial el texto de nuestro
presidente: “No hace falta viajar con frecuencia al extranjero, ahora
podemos comunicarnos mediante videoconferencias. Así conversé el día de hoy con
Mark Zuckerberg, fundador de Facebook y accionista de WhatsApp e Instagram. El
tema es cumplir el compromiso de que haya internet para todos”. Dicen las malas
lenguas que el ofrecimiento se lo hizo a Carlos Slim, pero que rechazó, ¿será? Ya
lo sabremos y analizaremos, por lo pronto consigno aquí, a manera de cierre, lo
que se le atribuye a Galileo Galilei: Eppur si muove (o E pur si muove). Sin
embargo, se mueve. Lo haya dicho o no, ahí sí nos confrontamos con algo del
orden del acontecimiento científico que marcó el derrotero de toda nuestra
civilización. Mucho se está moviendo en el mundo de ahora y no todo será del
orden del acontecimiento, pero…
[Ateo, lector apasionado,
militante de izquierda (casi solitario).
Lacaniano por convicción
y miembro activo de Intempestivas,
Revista de Filosofía y Cultura.]
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