lunes, 29 de febrero de 2016

Homenaje a Vicente Pérez Carabias

Inés M. Michel* 



Las fechas de las últimas publicaciones han sufrido ajustes pues los acontecimientos recientes así lo han requerido. En esta ocasión se publica una entrada especial dedicada a la memoria del profesor Vicente Pérez Carabias, quien falleció la semana pasada, el 21 de febrero.

Vicente fue mi maestro de Análisis del espacio, materia impartida en la Licenciatura en Historia del arte del Centro Universitario de Tonalá (Universidad de Guadalajara). Ya he hablado en diversas ocasiones del enfrentamiento que tuve con dicha institución y de los motivos que me hicieron retirarme de la carrera antes de concluirla. Por eso es que ahora no puedo guardar silencio ante la pérdida de uno de los profesores que sí me enseñaron algo en mi paso por la universidad, y más que eso, lo visto en esa clase, motivó un texto que fue ya compartido en este blog. Se trata del trabajo titulado De Caligari a Batman, publicado en dos partes en Cuerdas Ígneas


De Caligari a Batman (Parte 1)

De Caligari a Batman (Parte 2)

Sala 3 Caligari Café. Boceto: Inés M. Michel, Dibujo final: David A. Becerra


Este proyecto de final de semestre, que contó con la colaboración de David A. Becerra, fue uno de los que, durante mi estancia en Historia del Arte, me representó más reto, pues todo lo relacionado con percepción espacial y dibujo nunca ha sido mi fuerte. Tengo que contar también, que aferrada como siempre he sido, me negué a que mi texto fuera revisado previamente antes de ser completamente terminado, por lo que no le entregué adelantos a Pérez Carabias, lo que me costó puntos de la calificación final. Lo supe cuando le escribí, después de que subiera calificaciones, pues encontré un 95 en mi boleta, así que en un correo electrónico le solicité me compartiera el motivo.

Fachada Caligari Café. Fotografía por: Inés M. Michel

En muchas cosas no estoy de acuerdo con la academia, lo he expresado aquí y en muchos lados. El método de evaluar los conocimientos es una de esas cosas. Pero eso no quita el que cuando estás ante un profesor o profesora que sabe, independientemente de sus métodos, aprendes. Yo aprendí mucho de Vicente Pérez Carabias. Cuando me enteré de su muerte, de inmediato pensé en De Caligari a Batman, y me puse a releerlo.

Sin duda no todo está perdido en los espacios universitarios, por eso escribo esto, en forma de homenaje póstumo, pero también como agradecimiento para quienes, a pesar de las circunstancias, comparten sus conocimientos e iluminan senderos ahí donde todo parece tan oscuro.






*La Otra I
 [atea, vegana, feminista,
lectora irredenta,
a la espera del apocalipsis zombi
que dará sentido a mi existencia]



@inesmmichel

lunes, 22 de febrero de 2016

"Porque también somos lo que hemos perdido"...


Inés M. Michel* 


Nota aclaratoria (in)necesaria (por J. Ignacio Mancilla):

“Los actos criminales
surgirán a la vista de
los hombres, aunque
los sepulte toda la tierra”.

William Shakespeare, Hamlet, Acto I Escena II.

“La tiranía de la intimidad lo
psicologiza y personaliza todo.
Tampoco la política se le sustrae…
La pérdida de la esfera pública deja
un vacío en el que se derraman intimidades
y cosas privadas. En lugar de lo público
se introduce la publicación de la persona.
La esfera pública se convierte con ello en un
lugar de exposición. Se aleja cada vez más
del espacio de la acción común”.

Byung-Chul Han, La sociedad de la transparencia.

Dos textos míos publicados en Cuerdas Ígneas (¿Y si los animales respondiesen? -15/5/15-, y Una explicación necesaria -10/9/15-) interpelaron de manera directa a las autoridades de la Universidad de Guadalajara, por motivos distintos, aunque relacionados al texto de Inés M. Michel, y el resultado fue el mismo: el silencio. Otro más se había publicado en La Jornada Jalisco y Milenio (18/08/14), tampoco hubo respuesta. Seguramente no la habrá para este escrito, pero que quede constancia y que las y los lectores que nos siguen en este Blog sepan a qué nos confrontamos cuando hablamos de la Universidad de Guadalajara.

J. Ignacio Mancilla.   




Dra. Ruth Padilla Muñoz (Rectora del Centro Universitario de Tonalá, Universidad de Guadalajara), Dra. María Rodríguez Batista (Directora de la División de Ciencias Sociales y Humanas), Mtra. Graciela Mayagoitia Viramontes (Jefa de Departamento de Humanidades y Artes), Mtra. Jessica Marcelli Sánchez (Coordinadora de la Lic. en Historia del Arte), Mtro. Carlos Correa Ceseña (Padrino de Graduación de la Primera Generación de Historia del Arte), queridas y queridos profesores de la Licenciatura en Historia del Arte que estuvieron presentes en el acto académico del día viernes 12 de febrero, ahora me dirijo a ustedes con el mismo texto (esta vez escrito), con que me dirigí esta semana a quienes ya son egresados de la Primera Generación.

Lo hago por este medio, porque, como ya es por muchas personas conocido, me fue negada la posibilidad de hacerlo dentro de su institución. Y lo hago con el mismo texto porque un escrito no significa lo mismo para todas las personas, el discurso siempre se completa con quien oye, y tiene efecto según quién lo lea o quién lo oiga. 

Aprovecho así, un espacio que he construido con mi padre, docente de la Universidad de Guadalajara también, una de las pocas voces críticas que conozco que ha resistido estoicamente los grandes costes personales de pensar cómo él piensa en un país como México, en un lugar como la universidad pública del Estado de Jalisco, tomada por mafiosos desde hace ya muchas décadas (¿algún día podremos verlos fuera?,  ¿algún día podremos sacarlos? Mi abuelo, Javier Michel, de quién tengo mucho que contar y en otro momento lo haré, creía que sí).

Este espacio, les decía, lo hemos construido juntos, y es un espacio libre, en todos sentidos distanciado de las ataduras de la academia.

Es menester que sepan también, que aunado a la negativa de la Dra. Jessica Marcelli, (a quien, como pudieron leer, también dirijo este escrito), de escuchar lo que tenía que compartir ese día ante padres, madres, familiares, amigos, autoridades universitarias, y alumnos, se ha estado utilizando por su parte información privada y personal, no solo mía, sino de personas muy cercanas a mí, con el objetivo de desacreditarme y, supongo, de arrastrarme a un "debate" moral. Entre otras cosas, se puso en entredicho mi presencia en el acto académico del viernes, argumentando, en el mismo juicio moral del que me niego a participar, que mi presencia no era grata. 

Los invito a tomar un posicionamiento sobre este absurdo, si es que lo quieren y lo pueden hacer.

Me es claro, por qué le incomoda tanto mi presencia (y lo que tenía que decir ese día), a la Dra. Marcelli y a otras autoridades, y porque me es claro es que no toleraré que la discusión se mantenga en ese terreno fangoso de lo moral. Todos los cuestionamientos que en su momento hice a la institución, fueron de orden académico. Por eso les dejo las siguientes palabras, ya por muchos conocidas y compartidas en la red social Facebook (al momento de esta publicación el video original lleva 946 reproducciones), y apelo a lo dicho por la Dra. Ruth, quien entre otras cosas mencionó que la libertad de expresión es algo buscado por esta casa de estudios.

"Porque también somos lo que hemos perdido". Con esa frase termina Amores Perros, la opera prima (y quizá el trabajo más genuino), del ahora multipremiado Alejandro G. Iñárritu.

Esas palabras significan tanto en momentos como este, en días como hoy viernes 12 de febrero, donde se termina algo y comienza otra cosa. Historia del arte - Primera Generación es también quienes se fueron y quienes pertenecen ahora a otras generaciones, pero que estuvieron ahí al principio de lo que hoy culmina. 

Esta primera generación y quienes ahora se graduaron fue una historia de personalidades que se encontraron y coincidieron en la Universidad de Guadalajara. Algunos se fueron muy pronto, pero a todos nos marcó ese encuentro.

Fuimos muchas cosas, y no, no todos fuimos amigos, lo que no nos impidió ser compañeros, y que ese compañerismo prevaleciera en circunstancias difíciles. 

Más que una generación, fuimos en muchos sentidos un grupo, que logró acuerdos y que enfrentó adversidades. Y lo hicimos juntos. 

Por todo ello, ahora que los caminos de cada una y cada uno se separan, me gustaría recordarles lo que se puede lograr uniendo fuerzas con quienes tenemos cerca. Es tiempo de las revoluciones moleculares nos dice Guattari, las grandes ya pasaron. El contexto actual requiere de pequeñas acciones coordinadas en nuestro entorno, en nuestra trinchera. 

Por eso no basta con estar cerca, hay que actuar cotidianamente con quienes están a nuestro lado, amigas, vecinos, compañeras... Por nosotros y por ellos, así como por los que vendrán después de nosotros. 

Ahora que se graduaron pueden hacer historia, y que nuestra vida signifique una contribución a este país que se desmorona, pero que aún así es nuestro, de todas y todos nosotros. 

Seguir peleando hasta el último aliento es sinónimo de victoria, que hoy se hayan graduado es por tanto un triunfo. Recuerden que hay personas que luchan un día y son buenas, hay otras que luchan un año y son mejores, pero hay las que luchan toda la vida, esas son las imprescindibles. El crédito de estas palabras anteriores es, por supuesto, de Brecht.

Y recuerden siempre, por nosotros y por todos los que hoy no están aquí, al maravilloso "V" que cuestionado por Creedy entabla un diálogo con él, que ya está inscrito en la historia del cine:

·    ¡¿Por qué no te mueres?! 

Le increpa desesperado Creedy a este misterioso enmascarado, después de haberlo llenado de balas. 

Y responde "V", tan apacible como siempre:

·    Porque detrás de esta máscara hay algo más que carne, detrás de esta máscara, señor Creedy, hay una idea, y las ideas son a prueba de balas. 

(V for Vendetta, James McTeigue, 2005, EU. Guion de Lana y Andy Wachowski, basado en la novela gráfica de Alan Moore -¡Maestro!- y David Lloyd ).


Viernes 12 de febrero, 2016. (Fecha original). 




Fotograma de V for Vendetta, tomado de: Popcornstime




*La Otra I
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Twitter: @inesmmichel

Foto tomada el 19 de enero de 2015

sábado, 13 de febrero de 2016

Asbel Hernández, una cuentista de lo real


J. Ignacio Mancilla*




“Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan solo lo que he visto.
Y he visto:
que…”

León Felipe


Agregar leyenda



El Encuentro sobre Letra y Escritura. Primera Feria Internacional del Libro en Psicoanálisis. Organizado por la Escuela de la Letra psicoanalítica (ESLEP), a la que pertenezco; y que se llevó a cabo en la Ciudad de México (en El Bucardón) los pasados 5, 6 y 7 de febrero, fue una verdadera delicia y fiesta, en muchos sentidos de la palabra: pero sobre todo en cuanto a la palabra hablada, y también con respecto a la palabra escrita, por supuesto.

Se presentaron libros y revistas de Psicoanálisis, además de otras cositas (y arriba y arriba, por ti seré…); disertaciones, conferencias, en fin, intercambio de ideas, no sin diferencias, por cierto, pero todo ello en un ambiente de respeto y, ¡claro!, más de un exabrupto fuera de lugar.

Nada es perfecto.

Ahí se estrenó como escritora, presentándose como tal, mi amiga Asbel Hernández. Autora de Otra vez el crepúsculo (Samsara, 2015), libro que aglutina 27 cuentos, en los que Asbel hace gala de cuentista de lo real, pero humano… diferenciándose, un poco, de lo real inhumano de Poe, por ejemplo, además de otros cuentistas del mismo estilo, como Horacio Quiroga.

Pero, se preguntará el lector o lectora, ¿por qué hago esta afirmación?

Va mi respuesta:

Porque si bien es cierto que en la narrativa cuentística de Asbel Hernández está presente, ¡y de qué manera!, la dimensión siniestra de lo humano, también lo está aquella manifestación maravillosa de lo humano en su sentido más estricto, el amor; más específicamente el erotismo, que no es sin la pulsión de muerte, como vislumbró adecuadamente Sigmund Freud, el creador del Psicoanálisis.

De modo que su estilo logra de forma excelsa, mostrarnos un raro equilibrio entre la parte oscura y la parte luminosa de lo humano, demasiado humano; citaré dos textos para mostrar a ustedes, lectores de Cuerdas Ígneas, esto que intento sostener en este pequeño escrito.

En cuanto a la dimensión ominosa, va:

“La muerte real trae recuerdos que estaban metidos en un sitio con triple llave, entre ellos los castigos de aquella madre: a mi hermana Rosinda la obligó a cargar un tabique en cada mano, hincada en medio del patio, que le diera el sol de la tarde (era parte del asunto) y nada de doblar los brazos. No hay niño que aguante aquello” (Trazo propio).

Y en lo relativo a la perspectiva luminosa, va:

“El dedo índice hizo movimientos circulares de forma pausada; otros momentos aceleraba el ritmo y mi respiración se agitaba de forma incontenida. Sus labios puestos en uno de mis senos, la mano derecha lo sostenía con firmeza como queriendo exprimirlo. Su lengua redibujó mi areola una y otra vez. Nos besamos casi hasta arrancarnos el ser. Tomar bocanadas de aire y volver a empezar. Sentirlo dentro, duro, firme. Los movimientos certeros de su vientre que no paraban y yo deseosa de tenerlo eternamente en mis entrañas. Una explosión de emociones anunció mi primer orgasmo. Después él salió de mi vagina húmeda. Hizo una pausa para no venirse, -¡Quiero que dure más!- dijo agitado” (Las olas no duermen).

Sí, cierto que lo real inhumano también está presente en los cuentos de Asbel, pero también lo es que no obstante ello, en sus cuentos no deja de tener presencia el erotismo; en pocas palabras, la vida. Y no solamente hace acto de presencia sino que, además, logra trasmitirse en toda su excelsitud, sin por ello desplazar a un lugar secundario la parte oscura de lo humano, también hecha escritura.

En cuanto a la técnica simplemente diré que me fascinó el monólogo del personaje central, Mercedes, de Tal vez esto es la muerte, en el que sin ninguna puntuación logra que se lea ese atiborramiento de ideas y emociones, cual asociación libre, en un diván, hechas un torrente vertiginoso que cierra de forma increíble la brevedad del cuento, una página.

De modo que Asbel Hernández no sólo es una teórica formidable, es cuestión de leer su Antes bien, no ser. De Edipo a Eatherly y más allá… (2013), editado por la misma editorial que ahora nos brinda sus cuentos, Samsara.   

Por esto y por más cosas que iré desplegando poco a poco en este Blog, es que el Encuentro fue, pues, una grata sorpresa. ¡Enhorabuena Asbel Hernández y bienvenida a la República de la(s) letra(s) y la(s) escritura(s)! Primero la psicoanalítica y ahora la de la literatura, ¿o habrá que escribir lituraterra?

¿Por la singularidad de tu escritura que funge como litoral?


Dejo la pregunta.  



    *J. Ignacio Mancilla


[Ateo, lector apasionado, 
militante de izquierda (casi solitario).
Lacaniano por convicción
y miembro activo de Intempestivas,
Revista de Filosofía y Cultura.]











     

viernes, 5 de febrero de 2016

The Revenant (Un renacido con 12 nominaciones al Oscar)

Inés M. Michel* 




 [Con la colaboración especial de David A. Becerra]





Fotograma de The revenant



[Este texto se publicó originalmente en el blog PlasmArte Ideas, se comparte aquí con ligeras modificaciones]

El nuevo trabajo del galardonado director mexicano Alejandro G. Iñárritu, quien produce y dirige este filme, la sexta producción de su carrera, se titula The Revenant, pero a estas alturas ya todo mundo lo sabe.

El guion, adaptado de la novela de Michael Punke, fue escrito por Iñárritu y Mark L. Smith. La cinta es protagonizada por Leonardo DiCaprio, Tom Hardy, Will Poulter y Domhnall Gleeson. 

Esta producción ya se perfila como la gran protagonista de los premios Oscar y de ganar en la categoría de Mejor Película, y/o Mejor Director, sería la segunda ocasión para el realizador, con el extra de que sería consecutiva, ya que el año pasado los obtuvo por Birdman or The Unexpected Virtue of Ignorance, en México Birdman o la inesperada virtud de la ignorancia, que aún ignoramos porque causó tanta sensación. 

El director mexicano ha avanzado a pasos agigantados en los reinos de la crítica y sus bonos en la meca del cine siguen a la alza. Amores Perros (2000), su opera prima y única película propiamente mexicana, ha quedado como un bonito recuerdo de sus andanzas en su tierra natal, después de ella le siguieron, 21 grams (21 gramos), de 2003, que obtuvo excelentes críticas, Babel (2006) y Biutiful (2010), que forman una especie de trilogía. 

The Revenant, ha gustado mucho a la crítica, la principal consumidora de las producciones de Iñárritu. En los Golden Globes, ganó el premio a Mejor Película de Drama y a Mejor Director; y en los Oscar está también nominada a Mejor Película y Dirección además de otras 10 categorías más.

Así que suman 12 las estatuillas a las que aspira esta producción que nos ha dejado con sentimientos encontrados. Por un lado, el trabajo de Emmanuel Lubezki (1964), también mexicano, que ha grabado ya su nombre en la historia del cine, es una clase magistral de fotografía. Hecha con luz natural, lo que de hecho retrasó varios meses la agenda de la producción, (problema también acentuado por la decisión de Iñárritu de grabar cada secuencia en orden cronológico), la experiencia visual es recomendable e impactante. 

El pero, como en su momento lo dijimos con Birdman, lo ponemos en la historia en su conjunto, pues no propone nada nuevo ni tampoco creemos que logre algo espectacular, (y no es cualquier pero). Las escenas de duelo, así como la narración completa, se quedan en un nivel muy básico, incluso repetitivo, pues el tema principal, la venganza, mezclada con la supervivencia y resistencia de un personaje que "lo puede todo", ya ha sido explorado y con mejor resultado narrativamente hablando; aunque no son referencias directas a la película, estas son algunas otras producciones que guardan similitudes con la de Iñárritu: Por unos dólares más (Per qualche dollaro in piú, Sergio Leone, 1965, Italia), donde uno de los protagonistas busca al asesino de su hermana; Érase una vez en el Oeste (C'era una volta il West, Sergio Leone, 1968, Italia), obra maestra donde un joven Charles Bronson interpreta a "Armónica", pistolero que busca vengar la muerte de su padre a manos de un terrible bandolero,  Dead Man (Jim Jamusch, 1995, EU), película  más parecida a un especie de sueño donde el protagonista huye al asesinar en defensa propia al hijo de un acaudalado hombre y en su camino se encuentra con un indio que le ayuda en su recorrido entre la vida y la muerte; Duelo de asesinos (Seraphim Falls, David von Ancken, 2006, EU), dos hombres enfrentados por la guerra civil que lo han perdido todo y uno busca arrebatarle al otro lo único que le queda, la vida.

Podríamos citar también varias películas de la filmografía del director Clint Eastwood que usan elementos similares, y que son muy superiores en el sentido que decíamos atrás. Incluso Kill Bill, -1 y 2- (Quentin Tarantino, EU), homenaje al western e historia sobre una chica interpretada magníficamente por Uma Thurman que sufre en grado altísimo de violencia y tortura, también logra un mejor resultado cinematográfico.

Pasando a la cuestión interpretativa, ¿es la actuación de DiCaprio superior a otras de su carrera? Es algo que podría debatirse, aunque nuevamente el mérito lo encontramos en otro lado que no necesariamente va ligado al nivel de la interpretación, y es que se ha llevado este actor y figura prominente de Hollywood, una experiencia realmente infernal (un "infierno viviente" también para el equipo, según lo ha contado el crew, por muchas cuestiones, entre ellas, las que se mencionaron más arriba), donde el reto físico fue desmedido, exigiéndole lo que ningún otro papel le había exigido hasta el momento.


Por último, honestamente les decimos que no eran necesarios los 156 minutos de duración, las horas se suman en muchas secuencias alargadas sin razón de peso, repetitivas, que van delineando a una especie de superhéroe, que aunque basado en una historia real, (sabemos que en el camino de la adaptación, el producto final se puede distanciar un mundo de los hechos narrados originalmente), termina por no convencer del todo. 

Nos uniremos a la alegría de Lubezki si se lleva a casa este tercer Oscar (después de ocho nominaciones y dos premios conseguidos), y consideramos su nominación más que merecida, sin embargo con el resto de las categorías les invitamos a tomarlas con mesura (incluso si resulta ganadora), porque si bien es necesario y reconfortante ver triunfar a los mexicanos en el extranjero, no debemos olvidar a las producciones que sí son mexicanas en su conjunto, esta no lo es (el propio Alejandro lo mencionó en diversas ocasiones con Birdman, mismo caso), y en comparativa, a pesar de la espectacularidad de premiaciones comos las de la Academia, podemos encontrar mejores películas en otros sitios que quizá no tengan tanto renombre. Disfruten la temporada de premios si son seguidores, y si no, pueden acudir al cine a disfrutar de una experiencia cinematográfica interesante.







*La Otra I  [Con la colaboración especial de David A. Becerra]
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