jueves, 25 de julio de 2019

Apuntes sobre el final



Para Vod [2010 - 2018], una serie de ocho notas, 
una por cada año de compañía (6/8)




I’m ready to die…

Harry Potter and The Deathly Hallows.


Me pregunto si mis muertos estarán conmigo cuando muera, como estuvieron con Harry cuando pronunció que estaba listo en Harry Potter and The Deathly Hallows*. Ahí estuvieron todos con él: James, Lily, Sirius, Remus…

… Why are you here? All of you?
… We never left.
…You’ll stay with me?
… Until the end.

Este momento es narrado en el capítulo 34 del libro 7, el cual ha confesado J. K. Rowling es su favorito de toda la historia. Se titula The forest again, descrito por la autora como lo más catártico que ha escrito en su vida.

La escritora conoce bien a la muerte, no en vano creó a los dementores (esos seres mágicos que quitan todo pensamiento alegre a los seres humanos), pensando en sus propios episodios de depresión, a raíz de la muerte de su madre y otras situaciones difíciles que vivió.

La escena del bosque no es la muerte definitiva para el personaje [spoiler alert, je, demasiado conocido, pero por ahí habrá quien no sepa el final], pues solo muere la parte del alma de Voldemort alojada en el cuerpo de Harry. Así que, a partir de ese momento, él tendrá algunos años más para enfrentarse a su final, ya sin la piedra de resurrección, la clave de ese regreso de sus seres queridos ausentes a este plano para que lo acompañaran en su camino por el bosque.

¿Necesitamos de una piedra así para ser acompañados por nuestros muertos?

Yo creo que no. Yo estoy segura que ahí, en el minuto final, estarán mis abuelos y podré sonreírle a mi abuelo Javier; también estarán Vod y Cherry, quienes ya me han consolado en sueños, ellas se sentarán junto a mí, podré acariciarlas y tocar su nariz. La espera habrá concluido y todas las hermosas compañías que fueron parte de mi vida estarán conmigo, como lo han estado siempre.

… We never left.


Tomada de MXCity.



Inés M. Michel.
@inesmmichel
I: @inmichel

Ciudad de México, julio, 2019.

 [Atea, vegana, feminista,
lectora irredenta,
a la espera del apocalipsis zombi
que dará sentido a mi existencia.]













*Todos los diálogos citados corresponden a la película Harry Potter and The Deathly Hallows P. 2 (d. D. Yates, g. S. Kloves, 2011, EU/Reino Unido), la misma escena en el libro presenta algunas diferencias.

jueves, 18 de julio de 2019

Saboreando el horizonte del (de)ser




“Más instituyente que la poesía,
más fundamental que el pensamiento
 siga siendo el agradecimiento”.

Martin Heidegger.



Me he ocupado últimamente de la política, una de mis pasiones, pero sé la repulsión que suele causar y más cuando se abordan críticamente las militancias, de modo que esta vez escribiré sobre algo más placentero: la poesía.

Y para hacerlo hablaré de un libro muy singular que llegó a mí como un auténtico don, inesperadamente, de manos de la propia autora; con quien compartí un más que agradable y formidable I Congreso Internacional de Filosofía, Psicoanálisis y Cultura en la más que bella ciudad de Zacatecas (24, 25 y 26 de mayo pasado).

Es una mujer encantadora y afable como pocas y, además, una excelente poeta. Se llama Guadalupe Aguayo y su libro lleva por título Horizonte impar (Ediciones el viaje, Guadalajara Jalisco, 2018).


Portada.


Por supuesto que no podré abordar el libro de manera detallada, como me gustaría hacerlo, sino que, apenas, esbozaré algunas ideas relativas a Eros y Psique, como una de sus líneas posibles de lectura, que es la que un servidor pondrá en primer plano, sin dejar de señalar que hay otras; muchas otras.

El texto se compone de cuatro apartados: 1) Alientos, latidos, humores; 2) Materias ansiosas; 3) Miniaturas de lo venidero y 4) En un rincón del mundo. Está precedido por una más que bella y muy cuidada presentación de Luis Alberto Navarro que hace honor al texto y a la poeta, destacando excelentemente una de sus dimensiones, la del cuerpo.

El primer apartado tiene 23 poemas; el segundo 21; el tercero 9 y el cuarto 11.

Ya desde los poemas implicados, uno puede percatarse de lo necio que sería intentar “dar cuenta de ellos”, cuando en realidad ellos son los que ponen a uno en su lugar, en muchos sentidos de la palabra.

Contraportada.


De modo que, dejo las cosas claras desde el principio, mi pretensión no es otra que explicar el arrebato que me han provocado las letras de Lupita Aguayo; mejor dicho, los arrobos, pues fueron varios, uno de ellos tiene que ver con la filosofía y el otro, no podía ser de otro modo, implica al psicoanálisis; discurso atípico y atópico, como pocos.

Sí, es de la dimensión del ser y del deser uno de sus efectos y lo digo no sin temblor; pues, ¿qué otra cosa sentir? ante:

“La boca llena  sin sentido/palabras  palabras  palabras/escena repetida  exasperante/ […] / la noche va a estallar en sus entrañas”; o bien ante: “[…] / su saber es vano y su hacer delirio”.

Esto en cuanto a la filosofía; y que conste que hay muchas cuestiones más, que si me demorara en ellas, tendría que alargar demasiado esta presentación que no quiere ser otra cosa que una invitación a que ustedes, lectoras y lectores de este Blog, vayan a ese maravilloso libro y lo disfruten, bajo su cuenta y riesgo.

Ahora destaco algunas cosas del psicoanálisis, que también me turbaron y no precisamente poco.

Y desde ahí resuenan y reverberan, en eco más allá de lo narcisístico: “En la ferocidad de la infancia/el corazón/un perro alegre amamantado// Vivir espantos/ deja el corazón ensayado. […]

“En la mediana edad/el corazón/un perro alegre amamantado// con grandes dosis de fluoxetina”.

Uno de los poemas del libro.


Pero lo que más deseo destacar de este esplendoroso libro es la presencia contradictoria e inevitable de Eros y Psique, esas dos instancias imposibles de fundir y de separar, condenadas a permanecer juntas, siendo distintas y que, por ello, nos golpean y estremecen permanentemente en lo más hondo de nuestro (de)ser.

Van los siguientes botones de muestra:

“Hay que estar lo más solo/y roído posible/para despertarse por esa voz que dice:/¿eres tú  eres tú?,// disculpe me he equivocado”.

“Nadie te ha besado los muslos/eres apenas un niño/el bocadillo de mamá.// Descubriste la soledad// saborea el desastre”.

“En parpadeo prolongado,/son una pena las fantasías.// Sobre las cuales nada sé/salvo que son yo misma.// Empero  acerca de mí/tampoco sé mucho más”.

Y un último botón:

“Llévame contigo/en la llaga punzante del dolor.// Esquirla ardiente.// Llévame contigo/en tu olfato  en la piel/en agudo remordimiento.// Entre negaciones/haz un hueco// pero llévame”.

Dedicatoria.


Para rematar, e insisto, no procuro suplir la lectura de Horizonte impar, de Guadalupe Aguayo, antes más bien, quiero incitarlas e incitarlos, amables seguidores de este Blog,  a que hagan su propia lectura. La que, en tratándose de poesía, y no sé hasta si hasta de cualquier otro discurso, es la única que cuenta.

De modo que salud y buen provecho.

Las y los dejo con un escueto: “El amor,/un episodio inconsciente”.

Gracias Lupita, muchas gracias de corazón; ya te lo dije privadamente, ahora lo hago públicamente en este nuestro Blog, con estas letras en conmemoración de las tuyas, que me conmueven y remueven al grado de dis-locar-me, no atinando más que a escribir(te) y balbucear(te) mis pensamientos ante tu (in)sana poesía.  




      

J. Ignacio Mancilla.
FB: Juan Ignacio Mancilla Torres 


[Ateo, lector apasionado, 
militante de izquierda (casi solitario).
Lacaniano por convicción
y miembro activo de Intempestivas,
Revista de Filosofía y Cultura.]
        






    
  

jueves, 11 de julio de 2019

Carta de amor

Para mamá




- I,m not a good mom.
- But you’re a mom. 

Diálogo entre Ma (Brie Larson) y su hijo Jack (Jacob Tremblay).
Room (d. Lenny Abrahamson, g. Emma Donoghue, 2015, A24 Films).



Mamá, no sé si alguna vez pensaste lo que en el diálogo de la película Room escuchamos que la madre le dice a su hijo. Si lo hiciste, hoy quiero escribirte que he entendido cabalmente algo que la respuesta dada por el pequeño en el filme fue detonando en mí desde que viera la cinta hace algunos años. Eres una mamá, eso implica que incluso en los errores me quisiste. A los kilómetros de distancia he comprendido que cuando no estuviste fue porque no pudiste, que cuando faltó algo, una palabra, un gesto, fue porque te viste impedida en acciones, mas nunca en deseo de acompañar(me), de amar(me). Por eso esta pequeña carta de amor, porque la mereces, porque ya no hay lugar para aquellas peleas y gritos y doy gracias por entenderlo a tiempo, por saber que del otro lado de la pantalla estarás leyendo(me) y entenderemos juntas que todo pasó como debía pasar, que no hay nada que cambiar, corregir o de lo que arrepentirse. Que cada respiro y cada vez que contuvimos la respiración fueron necesarios. Gracias por ser, por estar, por entender hace unas semanas por teléfono todo lo que decía sobre mis decisiones y mi vida. Gracias por estar aquí.



Eunice e Inés en San Nicolás de Ibarra, Jalisco, 1987.




Inés M. Michel.
@inesmmichel
I: @inmichel

Ciudad de México, julio, 2019.

 [Atea, vegana, feminista,
lectora irredenta,
a la espera del apocalipsis zombi
que dará sentido a mi existencia.]














jueves, 4 de julio de 2019

Primer Informe de AMLO




Primer Informe de Andrés Manuel López Obrador (AMLO)[1]


“El 15 de febrero de 2018 el periódico Reforma
publicó una encuesta sobre las elecciones
presidenciales: <<Así cierran las precampañas:
Lidera AMLO, Acelera Anaya, Se rezaga Meade>>.
Las cifras de intención de voto eran AMLO 42%;
Anaya 32%; Meade 18%; otros candidatos 8%.
Para el 1 de julio, día de la elección, la ventaja
de AMLO sobre Anaya se había triplicado. ¿Qué pasó
en esas semanas para que AMLO pasara de
tener 10 puntos de ventaja a tener 30?”.

Jorge Buendía/Javier Márquez. 2018: ¿Por qué el tsunami?
(Nexos No. 499, julio de 2019).


El próximo 1 de septiembre, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), como todos los anteriores presidentes, estaría obligado a presentar ante el H. Congreso de la Unión su primer informe de gobierno. Sin embargo, el lunes 1 de julio, a un año de su triunfo electoral, AMLO decidió en pleno zócalo adelantar dicho ejercicio y nos presentó (rompiendo formas de alguna manera), a todas y todos los mexicanos, su primer balance de actividades; a siete meses de ejercicio y celebrando su primer año de haber sido electo.

Independientemente de que también revisaremos el que por obligación dará ante las y los legisladores del Congreso, adelantamos aquí, con lo presentado por el propio Andrés Manuel, nuestra reflexión sobre los primeros siete meses del régimen ya denominado de la cuarta transformación (4 T).

Lo primero que salta a la vista es el cambio de formas, AMLO ha decidido darle un giro a su balance de actividades y presentarlo en la principal plaza pública de nuestro país, el zócalo de la Ciudad de México. Igual hizo cuando se supo ganador y se presentó en la misma plaza para dar no solamente su posicionamiento ante el triunfo, de alguna manera (in)esperado, sino para esbozarnos sus compromisos ya como presidente electo.

Informe de actividades, Andrés Manuel López Obrador.
Foto: La Saga.


¿Qué tanto se ha avanzado en lo prometido y qué tantas son las dificultades reales que todavía habrá que vencer? He aquí las dos preguntas fundamentales, según mi punto de vista, desde las que habrá que juzgar al presente régimen.

Me gustaría, antes de dar respuesta a esas dos acuciantes cuestiones, hacer explícita una apreciación que creo no es solamente personal, acerca del momento que nos ha tocado vivir con este cambio en marcha, aún con todas sus contradicciones.

Y es que… de alguna manera sabíamos que habría muchas dificultades y de que el país estaba hecho un desastre, pero nunca nos imaginamos el grado de descomposición social, económica y política –además de otras esferas que han las timado el tejido social- al que llevaron a nuestro pueblo y nación los dos últimos sexenios; estoy hablando de Felipe Calderón Hinojosa y de Enrique Peña Nieto, sin dejar de apuntar, también a Vicente Fox Quezada.

Al grado de que estamos remando a contracorriente y muchos esfuerzos habrá que hacer, todavía, para apenas poner las condiciones mínimas para que se transforme realmente el país. Pero, ¿estamos seguros que la 4 T es la mejor vía?

En esas estamos y para ello voy a entrar al análisis de lo planteado por nuestro presidente y confrontarlo con la realidad, la simple y a veces dura realidad. Esto en términos muy sintéticos. 
    
Para hacerlo quiero iniciar citando un texto del mensaje de AMLO, ya casi al final sostuvo que:

Se han cumplido 78 de los 100 compromisos que hice en esta plaza hace siete meses, 78 de 100. Posiblemente nunca al comienzo de un gobierno se haya hecho tanto en tan poco tiempo; sin embargo, tenemos pendientes”.

¿Es así? Bien, yo por mi parte me detendré en algunas cifras (en pocas, muy pocas, a manera de ejemplos ilustrativos) para, partiendo de ellas hacer una reflexión sobre lo que está en juego en los tiempos de la llamada cuarta transformación (4 T). Sobre el sentido o no de esta última ya me expresé aquí mismo, en este Blog (entrada del 6/20/19).

Avanzo, pues.

Tomaré tres datos a manera de ejemplos, para analizar todo lo que se cierne alrededor de las cifras y su significación.

En primer lugar, en el mensaje se nos dijo:

Foto: Notimex.


Se redujo el robo de combustibles en 94 por ciento; y con eso nos vamos a ahorrar 50 mil millones de pesos. Se resolvió el problema de abasto de gasolinas y, como ya dijimos, prácticamente se acabó con el famoso huachicol”.

En términos mucho más concretos esto significa que esos 50 mil millones de pesos equivalen a prácticamente 4 años de presupuesto de la Universidad de Guadalajara, considerando los 13 mil millones de pesos de este año. Sé que otra cosa es lo que realmente hace nuestra Universidad con ese dinero y toda la cuestión de los altos sueldos de  los funcionarios y las dobles y hasta tiples plazas; y, hay que decirlo, la miseria de salarios de las y los maestros de asignatura, que son más del 50 por ciento de la planta docente de nuestra alma mater. Pero…   

En segundo lugar se planteó que:

Se suprimió la pensión de cinco millones de pesos mensuales a los expresidentes de la República”.
Y:
“Ya no hay atención médica privada ni cajas de ahorro especial para los altos funcionarios públicos; sólo con estas dos medidas nos ahorramos 10 mil millones de pesos”.
Es decir, casi el equivalente de un año de subsidio de la Universidad de Guadalajara; para seguir con la misma comparación.
En tercer lugar y ya por último (haré un análisis más general cuando presente su informe ante el Congreso, el próximo 1 de septiembre), otra de las medidas que se tomaron en este gobierno, se enunció del siguiente modo:
Ya se canceló la condonación de impuestos a potentados e influyentes”.
¿Cuánto representa en términos reales dicha cancelación? Van mis cálculos, ello a partir de algunas consideraciones de diversos medios y periodistas. Y aquí sí estamos antes cantidades estratosféricas, que apuntalaban un régimen demasiado inequitativo y, por tanto, injusto.
Pero, ¿se acaba la injusticia con la medida anterior y todo lo que ha hecho el presidente? Por supuesto que no, esto apenas empieza. No esperemos que todo lo haga él, ¿y nosotras y nosotros? ¿qué haremos para no perder la oportunidad de que cambien realmente las cosas en nuestro país y para evitar que el viejo régimen vuelva?
Esta es la verdadera cuestión. Y depende solamente de nosotras y nosotros. ¿Nos queda claro?
Bien. Un dato que se manejó fue el de 400 mil millones de pesos. Para las y los humanos comunes que somos, estas cifras nos rebasan absolutamente, pues nuestro uso cotidiano del dinero no va más allá de nuestras raquíticas quincenas. Pero para que nos demos una idea clara al respecto, considerando el mismo patrón, los 13 mil millones de pesos anuales del presupuesto de la Universidad de Guadalajara. Esa cantidad, la de 400 mil millones de pesos (independientemente de que haya sido mayor, como otros medios manejaron; algunos elevaron la cifra a 600 mil millones de pesos), equivale a 31 años de presupuesto de la Universidad de Guadalajara; es decir, se pudo haber financiado a la Universidad de Guadalajara desde 1988 hasta el presente año (2019). De ese tamaño es la estafa de las grandes firmas y sus grandes tasas de ganancia. ¿A costa de quiénes?

Rectoría General de la Universidad de Guadalajara.
Foto: La voz de Jalisco.


Esto es lo que se ha hecho, y sí falta mucho por hacer, pero… la pregunta de fondo es, ¿qué estamos haciendo nosotras y nosotros para que México cambie realmente? Por ejemplo, ¿qué estamos haciendo en nuestra Universidad de Guadalajara para que se acabe la impunidad y la corrupción? Y, finalmente, ¿está solo el presidente en su “loca pasión”? ¿Y el gabinete? ¿Y las y los legisladores? ¿Todas y todos estamos a la altura de la cuarta transformación (4 T)? O… ¿Se podrá avanzar en el camino andado si no se castiga, legalmente, a quienes tanto dañaron al pueblo todo y a la nación misma? O… ¿con el perdón basta?[2]
Son algunas preguntas que quedan pendientes y que habrá que confrontar con la dura realidad conforme pase el tiempo; la que está más allá o más acá de los discursos. Para bien y para mal. Pero tengo la impresión de que aparte de las “normales” reacciones en contra del cambio, dentro de la burocracia misma, hay sectores “oscuros” (uso el término en el sentido de la teoría del sujeto de Alain Badiou: sujetos fieles, reactivos y oscuros; siempre relacionados al acontecimiento y al  verdad), que están haciendo una singular “guerra sucia” para que pronto vuelva la “normalidad” y se extinga al anhelo de cambio de los 30 millones de votos que llevaron a Andrés Manuel a la presidencia.

P. D.
El mismo lunes 1 de julio fue publicada una entrevista que hizo La Jornada a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) por parte de Roberto González Amador, Luis Hernández Navarro, Pedro Miguel, Alonso Urrutia y Miguel Ángel Velázquez. En ella el presidente no contestó varias de las cuestiones formuladas por La Jornada, precisamente aquellas que tienen que ver con las grandes contradicciones en las que se mueve el régimen de la 4 T, es decir, la Guardia Civil, el Tren Maya y, sobre todo, el todavía sensible tema de la seguridad en la que poco, muy poco, se ha avanzado. Lamentablemente. Esto mientras la “loca pasión” del presidente apuesta por afianzar todo hacia el fin de año. ¿Será? ¿Y nosotras y  nosotros qué hacemos y qué haremos al respecto?     


J. Ignacio Mancilla.
FB: Juan Ignacio Mancilla Torres 


[Ateo, lector apasionado, 
militante de izquierda (casi solitario).
Lacaniano por convicción
y miembro activo de Intempestivas,
Revista de Filosofía y Cultura.]
        






    
  




[1] A la memoria de Carlota Botey (1943-2011), legisladora excepcional de la LVI Legislatura (1994-1997).

[2] Cf. La entrevista a Ricardo Monreal por parte de Álvaro Delgado, José Gil Olmos, Arturo Rodríguez y Neldy San Martín en Proceso No. 2226 (30 de junio de 2019). Ahí Ricardo Monreal  habla de la “soledad” del presidente al respecto y dice que el gabinete no está a su altura.