Para Vod [2010 - 2018],
una serie de ocho notas, una por cada año de compañía
En las
últimas trescientas treinta y seis horas me he topado con unas cincuenta y ocho miradas caninas,
traviesas, inquietas, penetrantes, aguzadas, ninguna es como la tuya. He dejado
de buscar los rostros de los individuos de tu especie que se cruzan en mi
camino. Antes, encontrarme a tus congéneres me reconfortaba, tu mirada estaba
ahí, alguna se le parecía más que otra. En las últimas trescientas treinta y seis horas las
evité al máximo, sabiendo que ninguna era como la tuya y que la tuya se había
apagado para siempre.
Pasos sobre
la acera. Son ellos, apenas de reojo distingo sus colas y orejas. Volteo al
lado contrario, no quiero verlos.
¿Será un
sueño? Me pregunto y me duele el pecho, ¿estarás dormida y yo contigo?
Que
despertemos y sea domingo, que despertemos en el hotel boutique donde nos
hospedamos juntas en enero, que despertemos y tengas puesto tu collar con la
placa de hueso que ahora pende de mi llavero, que despertemos para decirte: es
hora de irnos, soñé que te perdía, pero aquí estás, ¡qué alivio!... Aquí estás.
Inés M. Michel.
@inesmmichel
I: inmichel
Ciudad de México, octubre de 2018. [14.36 hrs.]
*[Atea, vegana, feminista,
lectora irredenta,
a la espera del apocalipsis zombi
No hay comentarios.:
Publicar un comentario