martes, 23 de octubre de 2018

Apuntes sobre nosotras (3/8): septiembre



Para Vod [2010 - 2018],

una serie de ocho notas, una por cada año de compañía


Hay un pequeño calendario sobre mi escritorio que me indicaba tareas pendientes, el día de la semana y el mes. Cada noche, antes de dormir, tomé la costumbre de arrancar la hoja y así actualizar el día.

Hoy marca 24 de septiembre, la fecha de tu muerte; volteo sin reflexionar y me la encuentro nuevamente. No quiero arrancar la hoja, no puedo, es el último reducto de tiempo donde aún vives. Si no arranco la hoja, me digo, ahí está el día donde sigues aquí, ahí está la mañana irremediable y el remedio es no arrancar la pequeña hoja. 

¿Si no hubiera más días por delante?

Del bucle que te hablé en sueños es del que me sostengo cuando en horas de absoluta desesperación mi mente confundida, quebrada, cree que solo se trata de voltear para encontrarte junto a mí. No estás, están tus cosas, tu collar, tu platito color plata, el tapete donde te acostabas a dormir, están también las ganas de verte, solo una vez más, ¿cómo es que nos separamos tantos meses? ¿Cuántos fueron? ¿Me extrañaste? Debí llevar la cuenta, se me escapa el recuerdo del día en que subiste a la camioneta y te acomodaste en tus cojines morados, ¿son lilas? No quiero recuperar ese pedazo de memoria del fango insondable, terrible vida que me pide resignación, ¿dónde se encuentra? 

Es un mes ya del 24 de septiembre, no estás, sigo sin cambiar la hoja, el calendario resiste, ahí estás, en un área de 13 x 10 centímetros, ahí se anida nuestro bucle, uno de tantos, aguanta estoicamente los lamentos que he vertido, ahí está tu corte de pelo pospuesto, ahí está tu suéter, ahí estoy, acariciándote, ahí estamos juntas atravesando la Escandón, ahí volteas a verme, sobre todo eso, ahí volteas a verme, ahí no ha acaecido la noche, casi madrugada, donde llegué muy tarde, donde ya eras un despojo, donde tus ojos abiertos, vacíos, no miraban ya nada, intenté cerrarlos, varias veces. Fallé, incluso en eso.

La mañana del 25 de septiembre mientras te envolvía en la cobijita que cubriría tu cuerpo quedé frente a tus ojos, esos que ya no eran tus ojos. Debí voltearme, evitar mirar hacia tu muerte, ella me desafiaba a observarla, sucumbí...

He vuelto al 24 de septiembre, ahí estás, aún no se acaba el día, el calendario lo marca y le creo. Lo dejo, lo sostengo, lo miro de reojo. Una vez casi arranco la hoja, porque ¡ahí no está!, gritaba una voz horrible, ignorando que sí estás, que todavía es 24 de septiembre, estos apuntes lo confirman, eres presente continuo, te acaricio cada 24 hasta un infinito de luces y de pasto muy verde, casi esmeralda, ahí se mete el sol pero no se acaba el día, regresa el mismo 24 apenas unos segundos después... ¡aquí está!, otro 24 de septiembre, y todos los que nos faltan juntas. Me miras. No me canso de mirarte...





Inés M. Michel.
@inesmmichel
I: inmichel

Ciudad de México, 24 de septiembre (∞).

 *[Atea, vegana, feminista,
lectora irredenta,
a la espera del apocalipsis zombi
que dará sentido a mi existencia.]






No hay comentarios.:

Publicar un comentario