J. Ignacio Mancilla*
Nota: Ya se había escrito el texto para el blog de la semana pasada, pero como éste primero se presentará públicamente y, además, como coincidió con el 40 aniversario de la muerte de José Revueltas, se tuvo que escribir uno para la conmemoración de la muerte de uno de mis pensadores favoritos, el que ahora se publica. Gracias por su comprensión.
José Revueltas |
Hace 40 años que murió José
Revueltas y, ¡vaya que nos hace falta!
Sí, nos falta el escritor,
el guionista, el filósofo, pero sobre todo adolecemos del militante de
izquierda a ultranza que no cedió, nunca, ante las trampas del poder; siendo
todo el tiempo su más feroz crítico.
En las circunstancias
actuales del país, su compromiso y lucidez dialéctica, como buen marxista,
podrían ayudarnos a salir del estercolero en el que la clase política nos tiene
sumidos, gracias a su ambición de riquezas y poder: de podredumbre y dinero.
¡Ay Revueltas, cuánta falta
nos haces!
Una de tus últimas
reflexiones que dejaste pendiente, después del movimiento estudiantil de 1968,
fue alrededor de la figura del partido político. Tu crítica, ahí, como solía
serlo, fue implacable; así se lo hiciste saber a Andrea Revueltas, tu hija.
Y lo que más anhelabas era
hacer un nuevo prólogo para ese ensayo genial y maravilloso sobre la dimensión
decadente de la izquierda mexicana de ese entonces (también mundial): Ensayo
sobre un proletariado sin cabeza.
Portada Ensayo sobre un proletariado sin cabeza |
¡Qué se necesitaría
escribir, ahora! No sobre una izquierda inexistente solamente, sino, además,
corrupta y cínica, que lo único que ha hecho es hacer “Pactos por México” para
posibilitar el saqueo del país; siempre y cuando, a la vez, le repartieran
algunas migajas de poder y también de riquezas.
¡Para codearse con los
poderosos! Es justamente lo que hacía Carlos Navarrete, expresidente del
Partido de la Revolución democrática (PRD) en el cumpleaños de Diego Fernández
de Ceballos, el otrora alfil de Carlos Salinas de Gortari en su presidencia
fraudulenta.
¿Se ha cerrado la opción del
cambio electoral en México y en el mundo entero?
Todo parece indicar que sí,
el paradigma de la democracia se ha caído, como tantos paradigmas modernos. Hoy
la democracia no solamente es un eslogan vacío sino, además, en nombre de ella
se hacen guerras y se cometen atrocidades que harían palidecer de vergüenza a
cualquier dictador, paradójicamente.
He aquí, pues, el enorme
valor de tus reflexiones incipientes que no lograste llevar a cabo, no por
incapacidad, sino por las dimensiones del problema, que ahora nos parece claro,
a ¡40 años de tu muerte!
Citaré algunas líneas de una
de las muchas cartas, dirigidas en este caso a su hija Andrea, para que las y
los lectores de Cuerdas Ígneas se hagan una idea de la agudeza del pensamiento de
nuestro añorado José Revueltas, en lo
tocante a la política y a la figura del partido, hoy sumidas, ambas cuestiones,
en una profunda crisis.
El 23 de mayo de 1974 le
escribe desde Berkeley, California y, entre otras cosas, le dice:
“Pero, ¿qué hacer? Ellos [se
refiere a los gauchistes de Francia] hacen todo lo posible para no entender.
Por otro lado vivimos en un mundo confuso, lleno de equívocos, espejismos y una
falsa conciencia de carácter universal. Es la cosecha que recogemos del
stalinismo, pero hay algo mucho más profundo. Comparecemos ante la quiebra de
los viejos valores revolucionarios: la muerte del internacionalismo, el fracaso
de la dictadura del proletariado y la aparición de un nuevo tipo de Estado,
para el cual no queremos encontrar nombre. Añade a esto la presencia de un
neocapitalismo, que sabe sortear los obstáculos y que extrae fuerzas de sus
mismas contradicciones, a causa de la falta de una verdadera vanguardia a
escala internacional que trate de hacerle –y le haga- una verdadera y real
concurrencia política e histórica.
“El proletariado –cuando
menos en nuestra América- constituye una clase errática, bajo direcciones
enajenadas y enajenantes. ¿Cuánto tiempo necesitaremos todavía para armarnos
teóricamente y organizar las fuerzas para hacer frente a todas las vicisitudes
que se aproximan? Es muy difícil responder. Por lo pronto debemos aprovechar
esta sombría etapa de baja y de derrotas para estudiar y tener la cabeza
lúcida.
“No basta acertar en la
crítica. Necesitamos descubrir la positividad crítica necesaria y arremeter
entonces implacablemente contra los status.
“Pero creo que estoy
perdiéndome en palabras vacías. Dices que te cuesta trabajo superar tu ansiedad
y los estados depresivos que te acometen. A mí me ocurre lo mismo. Nuestra
enfermedad es el estado del mundo, la quiebra de nuestros presupuestos
políticos, la incomprensión general…
“Me despido. Hazte fuerte.
Estemos tranquilos, aunque a veces debamos llorar un poco.
“Recibe los besos y abrazos
de tu papá, /José, el hijo del Hombre” (Volumen II de las Evocaciones
requeridas, pp. 255-256, correspondiente al Volumen 26 de las Obras Completas,
publicadas por Editorial Era).
Como pueden apreciar
bastante bien con lo citado, amables lectoras y lectores, de haber desarrollado
José Revueltas más y mejor esas ideas, creo que la izquierda mexicana no se
hubiera perdido como lo hizo, a falta de ideas, pero también de principios.
¡Cómo no añorar!, en estas
condiciones, la lucidez dialéctica de ese marxista sin parangón en el México
nuestro.
*J. Ignacio Mancilla
militante de izquierda (casi solitario).
Lacaniano por convicción
y miembro activo de Intempestivas,
Revista de Filosofía y Cultura.]
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