martes, 4 de diciembre de 2018

ESPECIAL: Dondequiera que se encuentre...






Guadalajara, Jalisco, a 2 de diciembre de 2018.



Carta abierta a Carlota Botey y Estapé (1943-2011), dondequiera que se encuentre



“[…] llegué a la Presidencia de la República

después de muchos años de lucha personal y colectiva.

Aquí recuerdo a los que iniciaron este movimiento,

a los que sembraron lo que ahora nosotros estamos cosechando.

Dirigentes sociales, políticos, muchos que

se nos adelantaron, pero fueron los precursores

de esta lucha, de este movimiento. Nunca los vamos a olvidar”.



“Estoy preparado para no fallarle a mi pueblo.

Ahora que venía para acá, se emparejó un joven

en bicicleta y me dijo: Tú no tienes derecho a fallarnos.

Y ese es el compromiso que tengo con el pueblo:

No tengo derecho a fallar”.



AMLO, 1/12/2018.



Le escribo con sentimientos plenamente encontrados: primero con una enorme alegría, para decirle que, finalmente, llegamos al gobierno (¡uf, la tercera fue la vencida!); pero también con tristeza porque usted ya no está acá, aunque sé que sigue entre nosotros, de alguna manera; por lo menos sigue en mí, de seguro.

¿Cuánto trabajo hizo e hicimos en ese gobierno de la Ciudad de México encabezado por Andrés Manuel López Obrador? ¡Cómo no acordarse!

Pues ahí está la compensación; tarde, pero ha llegado. La tercera fue el límite y más de 30 millones de votos significaron la coronación de los fracasos, las frustraciones y trampas anteriores. Pero también de lo que se hizo de la mejor manera.

Carlota Botey y Estapé.

Y si bien usted ya no está, sigue rigiendo, por lo menos en mí (y confío que no solamente en mí), su rectitud y su gran capacidad de trabajo y de poner todas sus fuerzas, siempre, en aras del bien público. Esa fue su gran enseñanza, entre otras, por supuesto.

Es mucho lo que hay que hacer, pero… estoy cierto que no obstante que las dificultades no serán pocas ni pequeñas, la capacidad y el esfuerzo de todas y todos, harán posible tan grande empresa, impostergable ya en México: ahuyentar la guerra y construir la paz y el desarrollo para todas y todos. Edificar “la modernidad desde abajo y para todos”, dijo Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en su toma de protesta, el pasado 1 de diciembre. ¡Si hubiera estado entre nosotros!

Estoy claro que de estarlo, ocuparía un lugar en este nuevo gobierno que empieza. Se lo había ganado con base en su trabajo, esfuerzo y honestidad. Y su entrega a prueba de todo.

Y también sé que lo haría de la manera más digna, como siempre fue su actuar en el cargo que ocupó en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como Directora General de Regularización Territorial (DGRT) y antes como directora de Área desde con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. ¿Cuántas escrituras entregadas, verdad? ¿Cuántas noches de arduo trabajo?, pero también cuánta satisfacción por del deber cumplido, sobre todo con las y miles de colonos a los que se les regularizó la tenencia de su propiedad, de su casa; de su patrimonio familiar.

De eso no hay ninguna duda.

Carlota Botey y Estapé.

Quisiera escribir más, pero no quiero alargar demasiado esta carta, pues por ahora me basta con decirle, nuevamente, muchas gracias por su enseñanza y entereza y la tarea que nos legó, la emprenderemos con todas nuestras fuerzas y todo nuestro coraje y corazón; incluso con más sentido ahí donde las dificultades sean mayores.

De eso tiene que estar convencida, dondequiera que se encuentre; puede estar tranquila. Usted es memoria que quema, es decir, memoria viva.

Me despido de usted, no sin reiterarle mi cariño y agradecimiento por haberme enseñado que se puede gobernar de otro modo. Y sobre todo, que se puede ser de otro modo en medio de la vorágine individualista que hoy nos ahoga.

Con todo mi cariño y recuerdo.


Atentamente,

J. Ignacio Mancilla.      

[Ateo, lector apasionado, 
militante de izquierda (casi solitario).
Lacaniano por convicción
y miembro activo de Intempestivas,
Revista de Filosofía y Cultura.]
        






    



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