jueves, 12 de septiembre de 2019

Brevísima nota: Informe AMLO



Brevísima nota marginal. I Informe de Gobierno de AMLO



En su I Informe de Gobierno Andrés Manuel López Obrador, el pasado 1 de septiembre (a nueve meses de haber asumido el gobierno de México), casi al final de hora y media de sintetizar lo logrado (que es realistamente poco), hizo una afirmación contundente; refiriéndose a las fuerzas conservadoras que se oponen al cambio: “están moralmente derrotados”, dijo. 
Inmediatamente después, retomando al Benemérito de las Américas, sostuvo: “El presidente Juárez decía, tenía una frase: ‘El triunfo de la reacción es moralmente imposible’”.   
¿Es así?
No voy a entrar, para nada, en asunto de números. Pero sí diré que, si bien es cierto que no es suficiente con lo hecho hasta aquí, no podemos obviar que AMLO recibió una nación hecha un desastre; en lo económico, en lo político y en lo social. Una nación en la que el latrocinio político de arriba fue sin igual en toda la historia reciente (¿ya pasada también?) de México.

Andrés Manuel durante su I Informe en Palacio Nacional,
1 de septiembre de 2019.
Foto: Marco Peláez/La Jornada.

Y no lo hago porque de alguna manera ya escribí sobre el Informe, cuando el pasado 1 de julio lo dio en el zócalo de la Ciudad de México, con motivo de haberse cumplido un año de su triunfo electoral. Y también he escrito sobre la tan consabida Cuarta Transformación  (4 T).
Lo que sí nos queda claro, a todas y todos, y no solamente a un servidor, es que mucho es lo que falta por hacer; sobre todo en lo tocante a la economía, la educación y a las universidades si se quiere cumplir la meta de no dejar fuera a nadie del derecho humano básico a educarse.
Bajo esa premisa, nos falta, todavía, poder organizarnos de mejor manera para así imposibilitar, social, política y sobre todo económicamente, el retorno del viejo régimen incluso bajo sus nuevas máscaras (ver la entrevista a Gabriel Quadri por parte de Fernando del Collado, en Milenio, 8 de septiembre de 2019); no obstante que esté “moralmente” derrotado, pues la historia es clara al respecto (Brasil y Argentina son un ejemplo patéticamente vivo), de cómo la reacción  neoliberal es capaz de seguir destruyendo países a pesar de estar “moralmente derrotada”.

Jair Bolsonaro, actual presidente de Brasil,
que pertenece a una corriente de ultraderecha.
Foto: AFP.

Es algo que no podemos menospreciar y mucho menos olvidar; o el costo que pagaremos puede llegar a ser catastrófico.
De modo que, y culmino esta brevísima nota  marginal; no cabe, pues, un retroceso y sí, en cambio, ahondar el anhelo de transformación endosado en los treinta millones de votos que llevaron a AMLO a lugar que hoy ocupa: la presidencia de México.
¿Lo tenemos claro?       
¿Sí?; no olvidemos que la inseguridad no ha cambiado y el crecimiento económico ha sido raquítico; además de haber temas sumamente delicados, como el del Tren Maya, que abordaremos en el contexto del primer año de gobierno de AMLO, que se cumplirá el próximo 1 de diciembre; esperando que haya más claridad de cómo se instrumentará tan significativo proyecto desde ahora tan cuestionado.

Ilustración: Gaceta UNAM.
Lo que se nos presenta como evidente y contradictorio es que muchos que hicieron lo imposible por evitar que AMLO llegara a la presidencia, hoy son los beneficiarios de un gobierno que no querían que llegara y que, además, hicieron todo lo factible para evitarlo. Es así que algunas y algunos (no pocos) hacen mucho por regresar al pasado y hacer fracasar al gobierno de AMLO.
¿Es así, verdad? 
Pero, en medio de todo esto, quizá la pregunta más importante sea, ¿estamos preparándonos para el desastre por-venir?
¿O es, este desastre posible, un mero cuento chino y no la crisis de un modelo civilizatorio que ya dio de sí?
Escribiré sobre esta cuestión, muy candente desde  mi punto de vista, y que está a la orden del día; no solamente en términos nacionales sino también mundiales.

Esto de acuerdo con las lógicas del mundo, para decirlo con Alain Badiou


J. Ignacio Mancilla.
FB: Juan Ignacio Mancilla Torres 

[Ateo, lector apasionado, 
militante de izquierda (casi solitario).
Lacaniano por convicción
y miembro activo de Intempestivas,
Revista de Filosofía y Cultura.]
        






    
      
      




Las negritas en el texto fueron colocadas en la edición de Cuerdas Ígneas para destacar puntos de lectura.



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